La Catedral de Barcelona destella por sí sola. Su majestuosidad no pasa desapercibida por las siluetas y sombras que transitan por sus 4 costados. Los artistas callejeros saben que el imán de la catedral será generoso con ellos y recibirán bendiciones en forma de propinas.
The Cathedral of Barcelona shines by itself. Its majesty does not go unnoticed by the silhouettes and shadows that pass through its 4 sides. Street performers know that the cathedral's imam will be generous to them and they will receive blessings in the form of tips.